ANECPLA alerta del incremento de plagas tras el confinamiento por el coronavirus
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) se suma a la celebración, este sábado 6 de junio, del Día Mundial del Control de Plagas alertando del incremento de determinadas plagas urbanas tras el confinamiento de los últimos meses.
No sólo España, otros países como Estados Unidos, el Reino Unido o Francia, también han alertado del aumento de las poblaciones de mosquitos, garrapatas y roedores, entre otras especies.
El objetivo de la jornada es concienciar a la sociedad, a nivel mundial, de la importancia del sector de la sanidad ambiental para proteger la salud pública. Aún más, si cabe, en un contexto de pandemia sanitaria como el que vivimos.
El cierre de restaurantes, tiendas, hoteles, centros escolares, atracciones turísticas y otros muchos espacios públicos ha supuesto, durante estos últimos meses, un parón prácticamente total en la actividad de una tercera parte de la población mundial. En cambio, las normas de distanciamiento social y el confinamiento al que se han enfrentado la mayor parte de las ciudades y regiones del mundo no se han aplicado a roedores, mosquitos, garrapatas, cucarachas y otras muchas especies invasoras que, a consecuencia de la situación anterior y las condiciones meteorológicas que se han producido esta primavera, han visto mejoradas las condiciones para su proliferación.
Es por ello que, con motivo el próximo sábado 6 de junio del Día Mundial del Control de Plagas, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambienta (ANECPLA) quiere poner el foco de atención en la importancia de controlar la proliferación de este tipo de plagas en nuestras ciudades que se han visto incrementadas tras el confinamiento masivo a raíz de la pandemia por coronavirus. “La escasez de alimento y desperdicios dónde antes sí los había ha provocado”, explica la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, “que, sobre todo, especies como ratas, ratones y cucarachas se vean empujadas a buscar nuevas fuentes de comida y, por tanto, se desplacen hacia el exterior en zonas que antes no eran habituales”.
El cambio, sobre todo, en nuestros hábitos alimenticios ha afectado directamente en el comportamiento de los roedores que, ahora, deben aumentar su actividad si quieren subsistir. “Esta menor accesibilidad a los alimentos, que provenían especialmente de los desperdicios generados en bares y restaurantes, implica que los roedores puedan mostrar un comportamiento poco común o agresivo, pero no tanto hacia los humanos como hacia otras ratas y ratones o incluso hacia determinadas propiedades, buscando grietas para poder entrar y encontrar comida”, añade Sergio Monge, presidente de ANECPLA.
Como consecuencia no deseada del confinamiento provocado por la crisis del COVID-19, es inevitable que, si no hay alimentos disponibles, las plagas puedan llegar a multiplicarse en edificios vacíos, propiedades, locales… Algo, además, que se agrava, como denuncian desde la Asociación, por la falta de presencia humana en las calles y por el incremento de las temperaturas, que han originado un aumento considerable en la cantidad de roedores y otras plagas con presencia en las ciudades españolas.
Por todo ello, ANECPLA recuerda a empresas, particulares y Administración Pública la importancia de mantener los tratamientos de gestión de plagas rutinarios y las labores de mantenimiento que, como subraya Fernández de Lezeta, “deben incluso aumentarse en estos tiempos de crisis, si lo que queremos es evitar una reproducción descontrolada de estas especies”.
Mosquito tigre: una amenaza creciente
Las frecuentes lluvias y las altas temperaturas que están caracterizando esta primavera son el cóctel perfecto para la proliferación de mosquitos, especialmente del género Aedes albopictus –el comúnmente conocido como mosquito tigre- en la zona del Levante español, aunque extendiéndose con rapidez a prácticamente todo el territorio nacional. Esta especie es importante vector de transmisión de enfermedades emergentes como el Dengue, el Zika o el Chikungunya.
“Durante el periodo de confinamiento, hay muchas segundas residencias que han permanecido cerradas y sin mantenimiento por parte de sus dueños que no han podido acudir a ellas. Las lluvias que han tenido lugar en este tiempo han llenado bebederos de animales domésticos, macetas, juguetes que hayan quedado en los jardines… Todos ellos son lugares excepcionales para que la hembra del mosquito tigre deposite allí sus huevos”, explica la directora General de ANECPLA, quien, por este motivo, considera “de vital importancia, y este año más que nunca, reforzar las medidas de control, tanto por parte de las Administraciones Públicas como de la población en general, a fin de intentar contener al máximo la presencia de esta especie y frenar su propagación”. Esta reducción y control del mosquito tigre incluiría “alertas, coordinación entre los distintos agentes implicados y los tratamientos necesarios para una buena gestión medioambiental que evite su presencia y disminuya su población en humedales y otros hábitats”.
Asimismo, la directora general de ANECPLA, advierte de que “es de la máxima importancia mantener una alerta constante ante una posible incursión de otra especie de mosquito, también transmisor del Zika, como es el Aedes aegypti”.
En este sentido, las recomendaciones de ANECPLA, en línea con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyen el control profesional de estos mosquitos unido a otras medidas cotidianas llevadas a cabo por parte de la población para evitar que el mosquito deposite sus huevos:
1. Vaciar el agua de los platos de las macetas.
2. Renovar el agua de las piscinas de plástico y cubrirlas cuando no se utilicen.
3. Mantener limpios canalones y desagües y evitar acumulaciones de agua.
4. Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de los animales domésticos.
5. Cubrir cualquier objeto que pueda acumular agua.
Las ratas: una plaga relacionada con 55 patógenos diferentes
Las ratas, además de ser una de las plagas que más preocupa y molesta a la ciudadanía, junto con las cucarachas, están relacionadas con todo tipo de gérmenes y parásitos y con 55 patógenos diferentes. Pueden llegar a transmitir enfermedades graves como el tifus, la salmonelosis, el hantavirus o la enfermedad de Weil, entre muchas otras, aunque no ha habido informes de ratas infectadas de Covid-19, ni que -por tanto- puedan llegar a transmitirlo a los seres humanos.
Pueden transmitir enfermedades por mordeduras pero la forma más frecuente es por contaminación de alimentos a través de la orina, heces o por el transporte de microorganismos patógenos que llevan en su cuerpo y patas. También es frecuente el contagio a los humanos a través de la orina, contaminando las aguas.
Asimismo, las ratas necesitan roer continuamente para evitar el crecimiento excesivo de sus incisivos, por esta razón no es infrecuente que sean igualmente las causantes de cortocircuitos en los sistemas eléctricos de edificios.
Aumento de garrapatas
Otras de las especies plaga que han visto incrementada su población en estos últimos meses desde el decreto, el pasado 14 de marzo, del Estado de Alarma en nuestro país ha sido la de las garrapatas. “Las recientes lluvias de la primavera han dado lugar a un importante crecimiento de la vegetación que, junto con las altas temperaturas que venimos alcanzando, constituyen el perfecto caldo de cultivo para la proliferación de las garrapatas”, explica la directora general de ANECPLA.
Las garrapatas son un tipo de artrópodos transmisores de un buen número de enfermedades, tales como la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Esta última es una de las enfermedades trasmitidas por garrapatas con mayor extensión a nivel mundial. España es un país con riesgo de circulación del virus debido principalmente a su proximidad geográfica con África; su condición de lugar de tránsito obligado de aves migratorias procedentes de zonas endémicas; por ser una zona con una gran presencia del vector responsable de la transmisión; y debido también a sus condiciones climáticas, similares a otras zonas donde se ha evidenciado la circulación de este virus.
Ante la proliferación de esta especie y el aumento de los paseos por zonas naturales, por parte de la población general tras el confinamiento, ANECPLA recomienda extremar las medidas de prevención para evitar el contacto con garrapatas y, consecuentemente, el contagio de las mencionadas enfermedades de las que es vector de transmisión, prestando especial atención al sector rural. Así lo afirma la directora general de ANECPLA, quien aconseja “utilizar ropa protectora adecuada, que deje visible la menor superficie de piel posible. Por otro lado, y después de una exposición a ambientes donde cabe esperar la presencia de este animal, es importante revisar tanto la ropa como la piel y el pelo (las zonas calientes como las axilas, el cuello, la cintura y la cabeza son sus preferidas). Y, en caso de detectar alguna garrapata retirarla rápidamente, siempre con cuidado y la técnica adecuada”.
Además de los mencionados perjuicios a seres humanos, la picadura de las garrapatas puede acarrear complicaciones de salud también en los animales, siendo la babesiosis y la erliquiosis las enfermedades más comunes que transmite. En este sentido, ANECPLA
recomienda a los dueños de animales, especialmente los perros, extremar las precauciones en las salidas al campo a fin de evitar compañías indeseadas. Al tratarse de un parásito silencioso que no genera ni picazón ni prurito, se aconseja realizar una revisión exhaustiva del animal tras un paseo por el campo o zonas ajardinadas como método de detección.
A fin de evitar los problemas que conlleva sufrir una plaga de garrapatas, ANECPLA recomienda también realizar los tratamientos de control y prevención de esta especie. El método de control empleado en cada caso variará, tal y como afirma Fernández de Lezeta, “en función de la toma en consideración de factores como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano”. De ahí la importancia, insiste la directora general de ANECPLA, “de que sean profesionales de la gestión de plagas quienes realicen este servicio de forma profesional”.
6 de junio, Día Mundial del Control de Plagas
El Día Mundial del Control de Plagas, cuyo objetivo es concienciar a la población mundial de la importancia del sector de la gestión de plagas, que vela por el bienestar y la salud pública, es una iniciativa surgida en el año 2017 a propuesta de la Asociación China de Control de Plagas y con el apoyo de otras organizaciones internacionales del sector como la Confederación Europea de Empresas de Control de Plagas (CEPA), la Asociación de Control de Plagas Asia – Pacífico (FAOPMA) y la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas de Estados Unidos (NPMA).
Son muchos los desafíos que tanto la Administración como el propio sector y la sociedad en general enfrentan en este sentido. Y ahora más que nunca. Así, la conmemoración este 6 de junio del Día Mundial del Control de Plagas constituye, en palabras de la directora general de ANECPLA, “una ocasión excepcional para alertar a la sociedad sobre la importancia de la sanidad ambiental y los riesgos que entraña la propagación de plagas que pueden llegar a convertirse en una amenaza mundial a la salud pública. Y más aún, si cabe, en un contexto de pandemia como el actual en el que debemos prestar atención a nuestro entorno más que nunca”.
En palabras del presidente de ANECPLA, Sergio Monge, esta celebración “constituye un importante hito destinado a lograr reconocimiento social y respaldo a la labor de los profesionales del sector de control de plagas, que velan por la sanidad ambiental y la salud pública”.