El aumento de las temperaturas aliado del crecimiento de las plagas en las zonas verdes (artículo informativo)

El incremento de horas de sol y de las temperaturas durante la época estival hace que éste se convierta en uno de los períodos en los que nuestros jardines, parques y piscinas sufren en mayor medida el ataque de las plagas.

 

Ante ello, la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) aconseja aumentar las medidas preventivas y los programas de mantenimiento y control durante estos meses, ya que muchas de estas especies no sólo son fuente de molestias, sino que pueden constituir un riesgo importante para las plantas ornamentales, el césped y los árboles. “Es complicado acabar en su totalidad con las plagas, pero debemos evitar y controlar la propagación de las mismas en lugares habitados por las personas, preservando el medio ambiente y nuestra calidad de vida’, señala la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta.

 

Existen varios tipos de plagas en nuestras zonas verdes, unas que afectan especialmente a la salud de los usuarios de las instalaciones. En el caso de los jardines de las viviendas y las piscinas, las cucarachas, los mosquitos, las moscas, las hormigas y las avispas serán los más comunes invitados con los que tendremos que convivir durante la época de más calor del año en las zonas verdes de la ciudad. Algunas de ellas, como las cucarachas, llegan a convertirse en uno de los problemas de primer orden, y su erradicación debe ser controlada desde su detección, ya que se reproducen con gran rapidez y son transmisoras de enfermedades. También, gatos y perros abandonados –una verdadera plaga en aumento, más de 45.000 el año pasado- o la población excesiva de aves pueden acceder a los jardines y los parques públicos, donde orinan y evacuan, lo que contribuye, posteriormente, a atraer otras plagas.

 

Del mismo modo, el buen tiempo es un impulso para la aparición de numerosas plagas que afectan especialmente a las plantas que se encuentran en nuestro jardín y en los parques que frecuentamos. Aunque a cada especie vegetal le afectan especies concretas, las plagas más habituales son:

 

  • Ácaros: crecen con el aumento de las temperaturas, en épocas de sequía y se reproducen rápidamente. Detectar esta plaga será una dura tarea, ya que son diminutas. Lo sencillo será encontrar signos de alimentación, buscaremos puntos plateados en las hojas.

Esta diminuta plaga succiona los jugos de las plantas y produce una melaza pegajosa, que atrae a las hormigas. Los principales objetivos de esta plaga son los cítricos, los árboles frutales y las plantas ornamentales, entre otras.

 

  • Cochinillas: es una de las plagas más frecuentes en los jardines, y existen dos tipos: las que tienen armazón y pueden llegar a destruir árboles y que afectan, principalmente, a las palmeras y los árboles de sombra; y las llamadas cochinillas blandas, las cuales tienen como objetivo plantas más blandas como los arbustos, ornamentales y los árboles frutales.
  • Pulgones: la mayor parte de las plantas de jardín se pueden ver atacadas por pulgones; actúan clavando un pico chupador y absorbiendo la savia de las hojas. Además de impedir la fotosíntesis de las plantas, esta especie es la principal transmisora de virus de una planta infectada a otra planta sana.
     
  • Avispas serradoras: atacan con la subida de las temperaturas, dejando mordeduras simétricas en las plantas.

 

  • Barrenadores y minadores: agujerean hojas, frutos y troncos. En esta ocasión, detectar la plaga y combatirla será imprescindible y urgente, pues los agujeros que dejan debilitan la planta.

 

  • Otras especies: malas hierbas, hongos, caracoles, etc.

 

Agua, comida y una óptima temperatura representan el paraíso de las plagas, de ahí que la principal pauta a seguir sea evitar las fuentes de humedad, el calor y, en el caso de las especies que se alimenten de residuos orgánicos, extremar las medidas higiénico-sanitarias. ANECPLA aconseja observar detenidamente las plantas de nuestros jardines, ya que muchos de estos organismos consumen y contaminan estos exteriores, representando, en muchos casos, situaciones de riesgo para salud de los humanos.

Todas estas medidas ayudarán a combatir la incómoda presencia de las plagas, sin embargo, hay que tener en cuenta que, en la proliferación de estas especies, también influyen otros agentes que se escapan de nuestras manos. De ahí que la elección de los tratamientos para combatirlas deba efectuarse valorando factores como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano.

Las empresas profesionales de control y prevención de plagas deben ser, por tanto, las encargadas de establecer las medidas paliativas pertinentes. El asesoramiento profesional es fundamental para evitar riesgos y problemas de salud, ya que un mal uso de los productos en el ámbito doméstico es la principal causa de los problemas de intoxicaciones y enfermedades.

 

 

Acerca de ANECPLA

ANECPLA es la asociación estatal de control de plagas y vectores sanitarios. Constituida en 1992, asocia a más de 360 empresas que representan, aproximadamente, el 85% del volumen de facturación del sector en España, y cuyos principales objetivos se centran en la consolidación de un sector profesionalizado que vele por la salud pública y el medio ambiente y la lucha contra el intrusismo.

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