El 12 de mayo la Comisión Europea decidió renunciar a la propuesta de considerar las trampas de monitoreo como biocidas, dejando la evaluación de las mismas a los diferentes Estados Miembros. Los elevados costes que hubieran supuesto la autorización de estas herramientas como biocidas habría podido significar la desaparición de muchas de ellas. Lo que dificultaría claramente a la minimización de productos químicos, al reducirse el número de herramientas alternativas. 

El sector de control de plagas estaba en contra de esta propuesta de regulación, motivo por el que ANECPLA se ha opuesto a esta medida desde el principio, transmitiéndole al Ministerio de Sanidad el sentimiento global de sus asociados. Seguiremos atentos para informaros sobre las novedades que, a nivel estatal, haya al respecto.