El crecimiento de las ciudades riesgo fundamental en la aparición de plagas (Artículo informativo para Interempresas Construcción).

El diseño de las edificaciones, el paisaje urbano, la climatología, el agua, los residuos urbanos o la ausencia de depredadores contribuyen a la generación de plagas en los espacios urbanos. Por ello, las demandas por parte de la ciudadanía de un control de éstas es cada vez mayor, ya que ninguna ciudad se ve libre de ellas.

 

Al destruir, cada vez más rápidamente, las fronteras entre el ciudad y el campo, la expansión del medio urbano hace que éstas áreas sean más susceptibles a las plagas ya las enfermedades que portan. Los urbanistas y promotores muchas veces buscan integrar visual y ecológicamente los proyectos de construcción como las viviendas y las áreas recreativas con su entorno natural; sin embargo muchas veces se construyen sin tener en cuenta el riesgo del aumento de plagas. Se podría reducir si las normativas sobre los planes urbanísticos, la ordenación paisajística y el diseño de áreas recreativas tuvieran en cuenta los dichos riesgos y la transmisión de enfermedades. Si las normativas sobre la construcción aseguraran que los edificios nuevos se protegieran contra las plagas y no crearan condiciones que propicien las plagas. El principal propósito es identificar los enfoques sobre prevención y control de las plagas urbanas reducen el impacto de estas plagas sobre la salud pública de manera beneficiosa. El control pasivo mediante un mejor diseño y construcción de nuestras ciudades y viviendas es sin duda el enfoque más sostenible.

 

El mayor problema es que en muchos casos las plagas que hoy en día son una realidad aparentemente controlada podría llegar a tener consecuencias drásticas en un futuro, en el caso de que no se ponga freno a algunas de las situaciones que nos presentan algunos invasores de la ciudad.  Por ello, los profesionales del control de plagas, por medio de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), reclaman un aumento de la concienciación para fomentar la sensibilización sobre la importancia de estos problemas y alertan del riesgo sanitario que supone la no adopción de medidas correctoras para, si no acabar con estos problemas, sí ponerles freno.

 

Cucarachas, mosquitos, roedores, termitas, aves, avispas y un largo etcétera son invasores capaces de elevar su número en muy poca franja de tiempo y convertirse en plaga, representando altos riesgos por transmitir enfermedades que pueden resultar graves o incluso mortales. Durante un tiempo, el desarrollo y avances en extinción de plagas permitió ponerle freno a muchas de ellas hasta eliminarlas o constreñirlas a lugares donde se las podía controlar. Pero hoy el peligro que se creía superado está resurgiendo, y esta vez, con más fuerza. Algunas especies se han hecho inmunes a los biocidas. Otras, como las chinches, han recuperado territorios. Y otras, como el mosquito tigre, que llegó a nuestro país hace poco más de una década, están encontrando nuevas áreas de aparición.

Es importante mencionar la legionelosis que se convierte en uno de los problemas  más complicados de combatir por la falta de concienciación. Estos brotes surgen a consecuencia de la utilización del agua para refrigerar (torres de refrigeración), ornamentación (fuentes ornamentales), ocio (spas) o higiene (duchas).

 

 

Las plagas urbanas más comunes en ciudades con la subida de las temperaturas

Es necesario aumentar las medidas preventivas y los programas de mantenimiento y control durante estos meses, ya que muchas de estas especies no sólo son fuente de molestias sino que pueden constituir un riesgo sanitario muy grave. “No podemos acabar de raíz con el 100% de las plagas urbanas, pero sí evitar y controlar la intrusión de las mismas, preservando el medio ambiente, nuestra calidad de vida y la edificación y diseño de las ciudades”, señala la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta.

Las cucarachas son una de las principales plagas a combatir durante el verano por las empresas expertas. La Blattella germánica (cucaracha rubia, alemana o del café), la Blattaorientalis (cucaracha negra) y la Periplaneta americana (cucaracha americana, conocida como la “súper-cucaracha” por su tamaño) son las más comunes en España. Desde el momento de su detección, su control debe ser inmediato ya que se reproducen con gran rapidez y son transmisoras de enfermedades como la salmonelosis o la disentería. Eliminar estas plagas durante los meses de verano pueden constituir un problema de primer orden, especialmente para el sector hostelero, en el que puede suponer grandes pérdidas económicas.

Las ratas y ratones aprovechan el calor y la humedad estival para reproducirse y acceder al interior de viviendas y edificios, donde se sienten más confortables. Son feroces, muerden y potenciales transmisores de enfermedades causadas por los microorganismos que transportan como el virus Hanta, la peste bubónica, la salmonelosis o la leptospirosis, entre otras. La Rata Común (Rattusnorvegicus) es la más frecuente, junto a la Rata Negra, conocida como “rata de barco” ya que es exclusiva de zonas costeras y portuarias y el Ratón casero (Mus musculus), pequeño roedor de color gris, que suele vivir en el interior de los edificios. Presentes en todo el alcantarillado, realizan una función importante dentro del ecosistema urbano, por lo que será importante tenerlas bajo control, sin llegar a erradicarlas por completo.

También, las aves se encuentran entre uno de los principales problemas de plagas en las urbes. Éstas encuentran cobijo en las ciudades por ser hábitat muy atractivos por su temperatura, el fácil acceso a alimentos y por la ausencia de los depredadores. Su proliferación provoca importantes daños en el patrimonio urbano, causando desperfectos en monumentos emblemáticos. Ensucian balcones, anidan en los tejados, obstruyen los canalones de los edificios y erosionan la piedra de las construcciones con sus defecaciones. Además, las aves-plaga suponen una amenaza para infraestructuras, como los aeropuertos, que se ven obligados a activar iniciativas para desviar estos pájaros en áreas conflictivas mediante la utilización de halcones que sobrevuelan las pistas o la modificación de hábitats, con el fin de evitar posibles accidentes. Ante esta problemática, Anecpla ha diseñado La guía de Buenas Prácticas para la gestión de plaga de aves urbanas que se encuentra disponible en la web: http://www.anecpla.com/documentos/GDA.pdf

 

Medidas de prevención y control

Ante todas estas posibles plagas y cuando llegan a proporciones desorbitadas ANECPLA recomienda acudir a los servicios de un profesional que debe cumplir estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/ Biocidas; que los productos utilizados tienen que estar registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad y Consumo; y que el personal técnico debe estar en posesión de un carné oficial que le acredite como especialista para desempeñar su actividad.

El asesoramiento profesional es un pilar fundamental para evitar riesgos y problemas de salud, ya que un mal uso de los productos es la principal causa de los problemas de intoxicaciones y enfermedades. Es básico implantar una cultura preventiva y fomentar la sensibilización y la concienciación ciudadana hacia una mayor prevención. También, como prioridad Anecpla propone promover entre la población un mejor conocimiento de este sector cada vez más profesionalizado, que ha de adecuarse a nuevas normativas, clientes y sectores de actividad, e incluso, a la aparición de nuevas plagas.


 

 

 

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