En los últimos años y, especialmente, en los últimos meses, la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) ha advertido un importante aumento en la demanda de los servicios que ofertan sus empresas para combatir una especie originaria del continente asiático que se consideraba prácticamente erradicada en España: la "chinche de la cama".

Las intervenciones de las empresas de control de plagas y vectores sanitarios son superiores especialmente en la zona costera española donde el flujo de turistas es mayor, siendo los hoteles, albergues, residencias y demás establecimientos de hospedaje, los que presentan un mayor nivel de infestación, pues son particularmente vulnerables. Esta plaga puede afectar también a nuestros hogares e incluso a hospitales.

Uno de los últimos casos de interés público se ha producido en Galicia, tras la detección de una plaga de chinches en diversos alojamientos del Camino de Santiago y que ha obligado a la Xunta gallega a tomar medidas para proceder a la desinfección de tres alberges públicos de Fisterra (A Coruña), Triacastela y Portomarín (Lugo). Si bien es cierto, también hay otros muchos albergues afectados y la plaga de chinches ha sido de tal envergadura que ha puesto en pie de guerra a muchas pensiones y hostales de la ruta jacobea. Además de los posibles riesgos sanitarios, las infestaciones de chinches pueden dar lugar a importantes perjuicios económicos, desde los gastos destinados a la renovación del mobiliario afectado hasta el cierre de establecimientos, tal como ha ocurrido en Galicia.

Este insecto no transmite ninguna enfermedad, sin embargo, sus picaduras pese a ser indoloras e imperceptibles son causa importante de irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio.