LUCHA CONTRA LA AVISPA ASIÁTICA: INVESTIGADORES ENCONTRARON POR FIN "CÓMO HABLARLE"
El departamento de La Manche ha financiado un programa de investigación cuyos primeros resultados han sido considerados como “muy prometedores”. Muy próximamente se experimentará una trampa en las colmenas. Asimismo los investigadores están elaborando un método de destrucción de los nidos por proyección de vapor ardiente.
Por mucho que su origen sea una región subtropical la avispa asiática se ha desarrollado inmediatamente en Francia donde se siente a gusto, en particular en el oeste del país. Parece ser que el clima oceánico suave y húmedo le sienta de maravilla. La avispa asiática fue localizada por primera vez en la Manche en 2011. Enseguida resultó ser un predador temible en las colmenas. Se alimenta de frutas, lo que perjudica las cosechas en los huertos, y sus picaduras son peligrosas para el hombre.
El año pasado, sólo para este departamento, se destruyeron 2357 nidos de avispas asiáticas. Y eso que el número de nidos experimentó una caída del 60% en comparación con 2018, indica el FDGDON (Fédération Départementale de Défense contre les Organismes Nuisibles de la Manche). ¿Por qué la población varía de un año a otro? ¿Cómo proteger las colmenas y los huertos? En 2016, la Junta departamental acordó desbloquear 95.000 euros para apoyar un programa de investigación: la erradicación de este insecto invasivo es ilusoria, pero ¿quizás es posible luchar contra su proliferación?
Investigadores hablan la lengua de la avispa asiática para atraparla mejor
Los estudios fueron confiados al IRBI. Inmediatamente, este Instituto de Investigación sobre la Biología del Insecto, -vinculado a la universidad de Tours-, intentó descodificar el lenguaje de esta especie invasora. “Los humanos se comunican por vía oral. Los insectos comunican por vía química, por emisión de moléculas”, explica Eric Darrouzet, docente-investigador en el IRBI. Por ejemplo, una obrera estresada va a proyectar moléculas de alarma para pedir ayuda, o al contrario para ahuyentar a sus congéneres para avisarlas del peligro”. Por consiguiente el laboratorio intentó identificar estos componentes químicos que podrían permitir establecer una especie de diálogo.
La única manera de ser eficaz con la avispa asiática es hablarle. Y hay que hablarle en su propio idioma, para decirle que se vaya, para atraerla a una trampa.
Así, el IRBI descubrió 3 moléculas que tienen la virtud de repeler la avispa asiática. “La idea es utilizar estas moléculas para proteger las colmenas, estableciendo una especie de barrera química. Se realizaron pruebas cerca de las colmenas en el departamento de Indre et Loire. Una feromona parece ser repelente. La vamos a probar ahora aquí en la Manche”, dice Eric Darrouzet. Las pruebas empezarán cuando llegue el buen tiempo.
Nuestras trampas para avispas asiáticas son devastadoras para el medioambiente
Asimismo el IRBI descubrió una molécula potencialmente atrayente. Permitiría orientar a las avispas hacia las trampas. Puede ser de mucha ayuda para canalizarlas en un lugar público donde se ha localizado un nido. “Todas estas moléculas las produce de manera natural la avispa. Habrá que sintetizarlas ahora para que se fabriquen a escala industrial”, advierte Eric Darrouzet. Sería la culminación de unos diez años de investigación. El IRBI piensa poder entregar una fórmula en 2021, lo que, en un mundo ideal, permitiría a una empresa comercializar los productos a partir de 2022. “Pero bueno, quedan muchos síes...”
Hoy día no existe ninguna solución probatoria para atraer a las avispas asiáticas. A veces las trampas caseras dan la impresión de ser eficaces. Pero tienen el problema de atraer a un montón de insectos. Una publicación científica demuestra que por cada avispa capturada casi otros mil insectos caen en la trampa. “Y un cebo alimenticio no puede ser eficaz”, insiste el investigador. “Si se le utiliza azúcar, la trampa compite con las demás fuentes de azúcar disponibles en la naturaleza”. Sin mencionar que una obrera buscando proteínas no se sentirá atraída por una trampa azucarada. Y ¿para qué matar a unas pocas avispas cuando quedan millares en la colonia?
“Es la razón por la cual hemos financiado estos estudios”, insiste Valérie Nouvel, vicepresidenta de la Junta departamental encargada de la transición energética y del medioambiente. “Tenemos que encontrar soluciones que nos permitan proteger la biodiversidad. Además estas nuevas trampas tendrán que ser baratas si queremos que se utilicen”.
Golpe de calor sobre los nidos
El Departamento también tenía como objetivo encontrar la manera de destruir las colonias sin perjudicar a las demás especies. Porque hoy, los nidos tratados con insecticidas son “bombas medioambientales”, lamenta Eric Darrouzet. “Las moléculas utilizadas tienen un determinado tiempo de vida. Y una vez muertas las avispas, otros insectos, o pájaros, van a entrar en el nido y entrarán en contacto con el producto tóxico”. Se preconiza la retirada del nido dos días después del tratamiento. “El problema es que no se suele hacer a menudo. Y además ¿cómo quitar el nido sin que reviente?”
Por lo tanto los investigadores imaginaron una vía alternativa inspirándose en lo que ya existe en la naturaleza. En Asia, las abejas ya han encontrado el remedio: agrupándose alrededor de una avispa asiática, consiguen subirle la temperatura hasta 50ºC lo que sistemáticamente le provoca la muerte. Se elaboró un tratamiento por hipertermia en laboratorio. Hubo que realizar pruebas sobre reinas, machos y obreras para encontrar la temperatura letal.
Se trata de destruir la colonia inyectando vapor de agua. Es ecológico. Ya no sería necesario quitar los nidos que incluso se convertirían en refugio para otros insectos. “Ahora, nos quedan pruebas que hacer para definir un procedimiento de intervención”, subraya Valérie Nouvel. La Vicepresidenta del Departamento hace un llamamiento “a las empresas de la Manche que trabajan sobre procedimientos térmicos”.
Hay que destruir las colonias antes de la época de reproducción
En invierno las hembras reproductoras entran en hibernación. Se esconden en algún lugar con algunos machos esperando la primavera. Así fue como la avispa asiática tuvo que llegar a Francia. Probablemente un ejemplar se escondió en un contenedor o en un barco. “Lo que llama la atención, es que las características genéticas de la avispa asiática encontrada en Europa son muy homogéneas. Podemos imaginar que una sola hembra sea el origen de la población de toda Europa, explica Eric Darrouzet. Y dichas características son muy próximas a las de la avispa que vive cerca de Shangaï”.
En primavera, las hembras potencialmente reinas salen para alimentarse con dulce. En mayo, algunas de ellas se van a instalar en un “nido de fundación” para crear una colonia. “A finales del invierno, se puede ver a las hembras peleándose para adjudicarse un nido”. La colonia crece durante el verano. El apareamiento empieza en septiembre. Después la colonia decrece a partir de noviembre para luego vaciarse en diciembre. “Por lo tanto, para luchar contra el desarrollo de la avispa asiática, hay que destruir las colonias antes de la época de reproducción”, insiste el FDGDON.
Y sea cual sea la época del año, nunca hay que intervenir por uno mismo. Un nido puede albergar varios miles de individuos. Contrariamente a la opinión generalizada, la picadura de la avispa asiática no es más peligrosa que la de la avispa europea. “Pero no somos todos iguales de sensibles a su veneno”, subraya Eric Darrouzet que fue picado varias veces. “Tampoco es lo mismo si te pica una sola avispa que si te pican cien”. La experiencia demuestra que cuando se siente amenazada la avispa puede volverse agresiva. Lo cual empeoró su fama...